La Historia que jamás nos enseñaron

Audios para escuchar de aquí a septiembre, camino del colegio.

Babel

En los albores de la autoridad. Antecedente de las Oficinas de Medidas y Pesos y ocasión para las Escuelas de Idiomas. Pasaje bíblico. Vagido de la clase polítca. 

Babel

GUIÓN: Federico Volpini
MÚSICA: El Ático de los Sueños
COMPOSICIÓN: Pablo Gómez Suárez y Eva Pilarte
TOMA DE SONIDO: Audiodrama Colectivo
MONTAJE: Federico Volpini
EDICIÓN DE SONIDO: Antonio Giganto 

Capataz: Pedro Arnas
Ayudante: Luis Grandío
Arquitecto: Pablo Manzano
Rey: Luis García Guardiola
Favorita: Dora de Miguel
Soldado: Javier Salido
Representanta: Gloria Tarridas
Judío: Guiller Verdín
Cocinero: Tomás López Tárrago
Concubina: Susana Lizarralde
Mesopotamio: Federico Volpini

DIBUJO: Federico Volpini

audiodrama y radioteatro en red: redioteatro

MÚSICA: Pablo Gómez Suárez y Eva Pilarte
LETRA: Federico Volpini

Canción Babel

Torre que le rasca a Dios las barbas
Sube día a día
El hombre se pone de puntillas
Y le desafía

Se despierta Babilonia
Al batir de los tambores
Y al bramar de las trompetas
Que anuncian tiempos peores

Torre que le rasca a Dios las barbas
Sube día a día
El hombre se pone de puntillas
Y le desafía

Al batir de los tambores
Se enardecen los soldados
Al bramar de las trompetas
Aúllan los empalados

Torre que le rasca a Dios las barbas
Sube día a día
El hombre se pone de puntillas
Y le desafía

Por sus terrazas colgantes
Oricalcos y verdines
Gotea la sangre espesa
Rocío de sus jardines

Torre que le rasca a Dios las barbas
Sube día a día
El hombre se pone de puntillas
Y le desafía

¡Que vienen tiempos terribles!
Anuncian los instrumentos
Y tiemblan los empalados
Felices en su tormento

Torre que le rasca a Dios las barbas
Sube día a día
El hombre se pone de puntillas
Y le desafía

De las terrazas colgantes
Empalados y contentos
Se estremecen sus entrañas
Pues que anuncian malos tiempos

Torre que le rasca a Dios las barbas
Sube día a día
El hombre se pone de puntillas
Y le desafía

Por el orgullo ebrio
El monarca soberbio
Mide codo tras codo
Desde el suelo
Hasta el cielo
En el plano perfecto
Que traza su arquitecto
Dibujado en la arena
Cuando el trueno resuena
Y se derrumba todo
Cae del cielo
Hasta el suelo

Confundir las lenguas ¿quién lo quiere?
Cuando bastaría
Con que no coincidan las medidas
De la geometría

Troya VI

Se fue el griego. Tras el griego, el latín. Tras el latín, la filosofía. Tras la filosofía, la literatura. De cuando la literatura alcanza al griego.

Troya VI

AUTOR: Federico Volpini
MÚSICA: El Ático de los Sueños
COMPOSICIÓN: Pablo Gómez Suárez y Eva Pilarte
TOMA DE SONIDO: Alberto Cañizares
DIRECCIÓN y MONTAJE: Federico Volpini
EDICIÓN DE SONIDO: Antonio Giganto

Homero: Federico Volpini
Rapsoda: Leonor García Álvarez
Coro: Luis Grandío, Susi Lizarralde, Pedro Arnas, Isabel Ruiz Lara, Federico Volpini
Aquiles: Luis García Guardiola
Patroclo: Gloria Tarridas
Héctor: Inocencio Martín
Paris: Guiller Verdín
Mujer de Homero: Isabel Ruiz Lara

DIBUJO: Federico Volpini

EFECTOS DE SONIDO propios, excepto, de FREESOUND:
Guerreros: Yap Audio Production
Caballos: soundmary

MÚSICA: Pablo Gómez Suárez y Eva Pilarte
LETRA: Federico Volpini

A quien quiere, la Fama
Partió, veloz, la flecha
Y alcanzó en el talón
Al belicoso Aquiles
Causándole la muerte.
Asamblea de griegos.
Grebas, corazas, yelmos.
Con el escudo,
O encima del escudo,
Aquiles,
A peso.
Peso muerto
Que lamentan
Briseida,
Las cautivas,
Los duros mirmidones.
En las murallas
Risas,
Gritos,
Algarabía.
Pero no son sinceros
Los troyanos.
Les pesa celebrar
La muerte de tal héroe.
Encima del escudo, Aquiles,
Derribado
El matador de Héctor.
Encima del escudo, Héctor.
Patroclo, encima del escudo.
Que, como Aquiles, hallan
En su muerte la gloria.
No se ríen a gusto
Los troyanos, los teucros,
En Aquiles, aún, Héctor vivía.
Y vivía Patroclo en la mano de Héctor.
Y los troyanos lloran, aunque ríen.
Y, riendo, lloraban
En Héctor
A Patroclo,
Los griegos.
Negro presentimiento para todos.
Caballo de madera
Y, en el mar, el regreso.

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Montaje: Javi Salido
Guión y textos: Federico Volpini
Música: El Ático de los Sueños

El Grial

Garbanzos en Cuaresma. Desvelado el misterio del Grial, ya nadie duerme.

El Grial

AUTOR: Federico Volpini
MÚSICA: El Ático de los Sueños
COMPOSICIÓN: Pablo Gómez Suárez y Eva Pilarte
TOMA DE SONIDO: Javi Salido
REALIZACIÓN: Isabel Ruiz Lara
DIRECCIÓN y MONTAJE: Federico Volpini
EDICIÓN DE SONIDO: Antonio Giganto

Guía 1: Elena Lostalé
Guía 2: Federico Volpini
Hermana mayor: Gloria Tarridas
Favorita: Leonor García Álvarez
Perceval: Pedro Arnas
Capitán: Luis Grandío
Bandido 1: Guiller Verdín
Bandido 2: Luis García Guardiola

IMAGEN: Federico Volpini

MÚSICA: El Ático de los Sueños
LETRA: Federico Volpini

Miserere nobis

Miserere nobis
Llanto. Penitencia
Mi lecho es el suelo

Por cruel sentencia

Miserere nobis
La celda está fría
Me paso en cuclillas
Aquí todo el día

Son como cuchillas
De aire las corrientes
Miserere nobis
¡Dios omnipotente!

En esta postura
Gimen las rodillas
Duras, sobre el suelo
¡Kyrie eleison! ¡Duelen!

Nada quita: añade
El tiempo, rigor
De quien te suplica
¡Ten piedad, Señor!

Que a doler se aplica
Que duele el dolor
Nada, de él, se evade
Que, del dolor, duelo

Caballera templaria

En el año 1314, con la ejecución de su Gran Maestre,  quemaban a los últimos templarios. Aquí, el rigor se aplica a Sección Femenina de la Orden.

Caballera templaria

AUTOR: Federico Volpini
MÚSICA: El Ático de los Sueños
COMPOSICIÓN: Pablo Gómez Suárez y Eva Pilarte
TOMA DE SONIDO: Audiodrama Colectivo
DIRECCIÓN y MONTAJE: Federico Volpini
EDICIÓN DE SONIDO: Antonio Giganto y Juanjo Menéndez

Penitente: Isabel Ruiz Lara
Confesora: Lorena Rodríguez

IMAGEN: cosecha de Lorena Rodríguez

audiodrama y radioteatro en red: redioteatro.

MÚSICA: Pablo Gómez Suárez y Eva Pilarte
LETRA: Federico Volpini

Tú, ¿para qué nos quieres?
Llama limpia.
En el humo se conoce el pecado.
¡Señor, no somos dignas!
¡Recházanos, Señor!
¡Niéganos el tormento!
Con las brasas frotamos nuestra piel castigada.
Es el fuego.
El purificador,
ingobernable fuego.
Que quema lo que sobra en nosotras, la carne.
Aunque, también, Señor, sin la carne, ¿qué somos?
Sin la carne, ¿qué somos?